Situada en la intersección entre la calle del Conde y la calle Isidoro Gil de Muro.
También se conoce como Puerta de Nuestra Señora de las Nieves. El primer nombre se debe al propio significado de la palabra cinto, sinónimo de cerca o recinto, que se aplica a la muralla que se cierra sobre sí misma. El segundo lo recibe por albergar en su vertiente interna la imagen de la Virgen de las Nieves.
Esta puerta pertenecía al ya desaparecido arrabal de la calle Terradillos, construido como ampliación de la primitiva muralla protectora de la ciudad, también perdida hoy en día.
La Puerta del Cinto es de sillería, de finales del siglo XIII o comienzos del XIV y sus dovelas describen un arco apuntado perteneciente al primer gótico.