Construida a principios del siglo XVI en piedra de sillar, la iglesia de Santo Tomás es de estilo gótico. La portada es apuntada, con seis arquivoltas y protegida por pórtico.
Si de la iglesia de San Cosme y San Damián hay que destacar la belleza de su retablo central, de esta iglesia es obligado mencionar la impresionante bóveda estrellada que cubre la nave central que justifica por sí misma la visita al templo.
El retablo mayor es clasicista y está presidido por la imagen de Santo Tomás. Con banco y cuerpo, con pares de columnas corintias entorchadas y frontón redondo roto, clasicista de hacia 1640. Lienzos de los cuatro evangelistas en los plintos de las columnas, imagen titular de Santo Tomás.
En el tramo de naves hay coro alto sobre crucería estrellada con combados curvos. Órgano con caja rococó de la segunda mitad del XVIII.. Debajo dos capillas en arco rebajado, una de ellas sirve de baptisterio; en el centro el acceso al coro.
La torre se yergue al Norte de la cabecera y consta de dos plantas, la segunda de ladrillo. Sobre esta torre se puede ver durante todo el año un nido de cigüeñas que por el particular clima agradable de la ciudad permanecen aquí durante todo el año. Este nido pesa nada menos que 700 kg., por lo que periódicamente se aligera y se traslada a las cigüeñas durante una temporada, con el fin de que no se produzca un derrumbamiento de la torre.