El monasterio es un lugar adecuado para un descanso que renueve el espíritu y fortalezca el cuerpo. La sociedad moderna nos hace ir demasiado deprisa y va desgastando nuestras fuerzas en una carrera, a veces inútil, que no sabemos bien dónde nos conduce.
Unos días en el monasterio nos ayuda a reparar la energía perdida y encontrar motivos para seguir avanzando en la vida.